Puñonegro – El señor de la forja convertido en leyenda
Cuando la rabia del fuego se mezcla con la fuerza del acero, nace una figura que impone solo con mirarla. Puñonegro, el legendario Señor de la Forja de la Horda de Hierro, cobra vida en esta escultura que captura toda su brutalidad y presencia. Su postura desafiante, el martillo alzado y la mirada decidida transmiten poder puro, una energía contenida que parece a punto de estallar.
La escala imponente de esta pieza hace que destaque incluso entre coleccionistas experimentados. Cada músculo, cicatriz y placa de la armadura está esculpido con precisión milimétrica, resaltando la anatomía y el carácter de uno de los villanos más icónicos de World of Warcraft. Esta no es una simple figura: es una declaración de fuerza, una oda al fuego y al metal.
Pintura con efecto OSL — lava viva bajo la piel
Aquí es donde la magia del arte se une a la técnica: toda la figura de Blackhand ha sido pintada siguiendo el sistema OSL (Object Source Lighting), una técnica avanzada de iluminación artificial que simula el brillo y la irradiación de una fuente de luz. El resultado es un efecto visual que parece lava real fluyendo bajo la piel y entre las grietas de su armadura.
El martillo, la base volcánica y cada detalle incandescente han sido tratados con degradados de rojos, naranjas y amarillos fundidos, consiguiendo un contraste brutal con los tonos metálicos y ennegrecidos del resto de la figura. Es una obra que literalmente parece arder desde dentro, con reflejos que cambian según la luz que reciba.
El tono de la piel, trabajado a mano con varias capas de sombreado y reflejo cálido, aporta un realismo que impresiona. Verla en persona es como contemplar el poder del fuego hecho escultura.
Embalaje reforzado — protegido del mismísimo Fuego Infernal
Esta figura de Puñonegro no solo domina la forja, también sobrevive al viaje hasta tu colección. Cada pieza se envía protegida con packaging anti-bosses: espuma densa de alta resistencia, capa de burbuja y doble caja reforzada, diseñada para resistir incluso los envíos más duros.
El tiempo de preparación y embalaje suele ser de 2 a 3 días tras completar la pintura, asegurando que cada figura salga perfectamente acabada y lista para impresionar. Los envíos se realizan mediante mensajería urgente 24–72 h, con número de seguimiento.
Y si algo saliera mal —tan improbable como ver a Blackhand renunciar a la guerra—, ofrecemos reemplazo o devolución sin coste adicional. Queremos que al abrir tu caja, sientas el mismo impacto que provoca su martillo al caer: poder, fuego y perfección artesanal.

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